Más que carrozas y comparsas…
Intenté escribir algo sobre los carnavales en Santiago de Cuba; pero se hace difícil cuando se vive desde las periferias autoimpuestas, y la conga es un toque difuso en la lejanía, y las comparsas los perfiles coloridos que se adivinan en una entrecalle…cuando la primera imagen que me asalta en el camino, es la de un baño público a pocos metros de una iglesia…la de un hombre tambaleante que anuncia el alcohol en sus venas, cuando aún el sol castiga la ciudad…
Llegué a esta página con la intención de hablar de una fiesta, pero aún traigo prendido en la nariz el olor a orine y en las retinas los cuerpos inconscientes sobre la acera. Mis suelas todavía pisan restos de comida.
Tal vez debería destacar a esos hombres que desde la madrugada, escoba en mano, tratan de devolver un poco de decencia a una avenida…pero no logro dejar de escuchar a un colega, que narra la golpiza que un hombre dio a su mujer, en plena madrugada…
Es en vano, hoy no me saldrá ningún post donde hable del Carnaval santiaguero, es que, bajo lo que encierra esa denominación, parece circunscribirse a unos breves metros de la Avenida Garzón.
Les ruego me disculpen. Si quieren saber más al respecto, siempre pueden leer la prensa oficial.