El lugar hace la gente
Al menos así debería ser. Estoy convencido de eso. Sin embargo, cada vez resulta más difícil encontrar un lugar en la ciudad (¿en el país?) en el que se pueda compartir con unos amigos sin la agresión de la música de moda (no hablemos ya del volumen). No basta siquiera el nombre, la referencia del lugar. Así me sucedió con Rock Café, un bar temático ubicado en el populoso barrio de Santa Bárbara, a unos pasos de Ferreiro. De atractivo diseño interior, de una sobria y bien pensada identidad en cuanto a diseño se refiere, en sus inicios se preciaba de ser el espacio ideal para disfrutar de la música rock de todos los tiempos, con énfasis, a no dudarlo, en esos setenta prodigiosos. De aquel afán poco queda hoy, al menos por lo visto en esta visita. De cerrar los ojos hubiera dado lo mismos que estuviera en el salón del Rock Café que en la pista Pacho Alonso, o sentado frente a uno de los múltiples programas musicales de la TV cubana. Reguetton en todas sus variantes, con alguna que otra laguna de lo que más suena hoy en Cuba.
Uno logra, no obstante, abstraerse un poco al malestar, a la decepción que significa ver rota la idea que sobre el lugar se tenía, y se deja llevar por la conversación con los amigos, hasta que, en medio de un silencio repentino, se da cuenta que está gritando para entenderse.
También en uno de esos momentos de calma, uno se pregunta por qué la gente debe hacer los lugares y no viceversa; por qué un bar temático como Rock Café debe caer en la tentación de la música de moda para atraer clientes. Para muchos la respuesta quizás sea obvia. Pero a mí no me convence. Creo en que el gusto se forma y cada lugar debe tener su público; un público que sabe qué recibirá en el lugar al que va. De otra forma, sería como pretender que alguien entre a la Sala Dolores esperando ver un concierto de Gente de Zona.
Esto, de cierta forma, es otro azadonazo en ese mar revuelto en que en ha convertido el tema de la cultura en Cuba. Pero es el azadonazo que todavía no estoy dispuesto a dejar de dar.