Santiago en mí

La mochila: una cuestión de eficiencia

Hablo de ese invento con el que los jovenclubes de computación tratan de hacer frente al fenómeno del paquete semanal. Y digo tratan, porque en eso quedan, en el intento.

Del viernes acá (martes) en tres ocasiones he asistido al jovenclub de Enramadas para copiar la mochila. Las tres veces me ha sido imposible. Una vez por no percatarme (pobre de mí) que la institución cuenta con cuatro horarios diferentes según sea lunes, sábado, domingo o el resto de la semana. Y por supuesto, de poco valió que el sábado estuviera desde las ocho de la mañana en la puerta del establecimiento, pues ese día comenzaban a prestar servicios desde las diez. En las otras dos ocasiones, la falta de conexión con vaya usted a saber qué servidor central, me impidió copiar lo que sea que venga en ese otro paquete.

En el mismo período de tiempo, del viernes al martes, estoy seguro que más de un millón de cubanos han llevado a sus casas, en el momento que así lo entendieron, hasta ocho gigas en series, películas, documentales, música, en fin, todo lo que el nunca bien ponderado paquete les ofrece. Algunos de esos cubanos, lo han hecho en más de una oportunidad.

Entonces, ¿de qué hablamos? No se puede competir a la eficiencia, con la ineficiencia, ni con el rostro apático de las trabajadoras de una institución estatal.

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