¿Qué le faltó al Matamoroson?

Mucho de lo que necesita un buen evento: organización y divulgación. Eso le faltó al Festival Matamoroson este 2012. El primero repercutió en el segundo, y ambos en algo primordial: la poca asistencia de bailadores a los espectáculos en una fiesta hecha esencialmente para ellos.

La fiesta del son apenas se sintió en Santiago de Cuba. Más allá de los momentos oficiales como entregas de distinciones, homenajes a agrupaciones y figuras, los amantes del son y todas sus tendencias no conocieron que en diferentes espacios de nuestra ciudad se presentaban algunas de sus agrupaciones favoritas, y por tanto, no supieron a dónde ir para verlas.

A ello se suma lo que pudiéramos denominar accesibilidad. Lugares como el Salón de los Grandes de la Casa de la Trova, el Salón del Son, el Café Cantante del Complejo Cultural Heredia y la Casa de la Música, devenidos en subsedes del evento y escenarios en las noches de orquestas participantes, exigían su habitual cuota solo para entrar. Cuántos entonces no se habrán limitado de disfrutar del Festival. Sin comentarios.

Quedaba entonces el área de la ciudad deportiva, con un precio de entrada mucho más asequible, pero que sufrió también el síndrome de la insuficiente divulgación. Pocos conocían de los conciertos de cada noche allí con importantes orquestas como Anacaona, Adalberto Álvarez y su son, el Septeto Santiaguero, la Original de Manzanillo, entre otros.

Por si fuera poco la noche santiaguera del fin de semana desvió atenciones. Tal vez dejarle por esta ocasión todo el protagonismo al Festival, o insertar en ella los conciertos de cierre, hubieran sido mejores ideas en vez de poner a competir algo habitual para los santiagueros, como son estas fiestas populares, con un evento que ocurre anualmente y que en esta ocasión, careció de divulgación.

Así transcurrió el Matamoroson este 2012, con momentos muy importantes como la declaración del son como patrimonio cultural de la nación, la serenata a la Virgen en el santuario del Cobre y la entrega de la condición de hijos ilustres de Santiago de Cuba a Frank Fernández y Adalberto Álvarez, pero con poca participación popular.

Entonces, quizás no sea tan arriesgado decir que esta vez no fue tal la fiesta del son. Ojalá la próxima celebración de soneros y bailadores sí merezca ese calificativa.

Tomado de Lo que no te había dicho

Frank Fernández y Adalberto Álvarez, hijos ilustres de la ciudad de Santiago de Cuba

Fotos: Daina Dominico

Santiago de Cuba, 8 sep. La labor de los músicos Frank Fernández y Adalberto Álvarez, en la promoción de los valores de la cultura tradicional, fue distinguida hoy con el reconocimiento Hijo Ilustre de la Ciudad de Santiago de Cuba.

En la sede del Gobierno Municipal, el destacado compositor y pianista Frank Fernández dijo sentirse más que ilustre, un hijo querido de esta urbe oriental.

Fotos: Daina Dominico

Adalberto Álvarez y Frank Fernández, nuevos hijos ilustres de la ciudad de Santiago de Cuba. Durante las jornadas del Festival Matamoroson recibieron el cariño de este pueblo. Fotos: Daina Dominico

Por su parte, el director de orquesta Adalberto Álvarez, resaltó su felicidad y orgullo al recibir el agasajo en la tierra donde fundó la orquesta Son 14, y dentro de las actividades del evento cultural dedicado al género del Son, del cual él es presidente de honor.

Momento emotivo fueron las interpretaciones del grupo vocal Las Adalias, que regaló a los participantes y homenajeados, versiones muy propias de los temas Longina Seductora y A Bayamo en coche, este último de la autoría del maestro Álvarez.

El acto formó parte del Festival Matamoroson, evento que concluirá mañana domingo, y tuvo como preámbulo el tributo al sonero Miguel Matamoros, en el lugar donde se encuentra su escultura en bronce, en la intersección de los callejones del Carmen y Bandera.

Adalberto Álvarez y Frank Fernández, nuevos hijos ilustres de la ciudad de Santiago de Cuba. Durante las jornadas del Festival Matamoroson recibieron el cariño de este pueblo. Fotos: Daina Dominico

Fotos: Daina Dominico

Refiriéndose al exponente de la música tradicional santiaguera, Frank Fernández expresó que con la calidad de sus textos, eliminó la división entre el arte culto y popular.

El «Caballero del Son» dijo sentirse impresionado con el respeto que siente el público hacia la obra y vida del autor de canciones muy populares como Mariposita de primavera,  Lágrimas negras y Mamá son de la loma.

En horas de la noche, en el área del parque del estadio Guillermón Moncada, devenida escenario de presentaciones de artistas, actuarán la orquesta Anacaona y Angelito y su Banda.

Este mismo lugar acogerá en la mañana del domingo la actuación de diferentes proyectos infantiles, al grupo Azabache y,  al finalizar la jornada, a Cándido Fabré.

Gala de estrellas… estrellada

Sublime actuación de Frank Fernández en la Serenata Morena, gala homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre por el aniversario 400 del hallazgo de la imagen de la Patrona de Cuba

Magistrales, sublimes y apasionadas las actuaciones de Frank Fernández (visiblemente emocionado), un Eduardo Sosa impresionante y que casi parecía volar de su silla, y un Luis Carbonell, dueño de una maestría cautivadora, salvaron la Serenata Morena de un accidente completamente lamentable.

Luces y sombras en la serenata a la Virgen

Serenata morena a la Virgen de la Caridad del Cobre / UNA SENSACIÓN EXTRAÑA

La noche en que la Virgen de la Caridad se asomó al balcón

Otra vez los problemas de audio atentaron contra la dramaturgia??? del espectáculo; el mejor momento, al menos para mí, la interpretación de Fernández del Ave María de Schubert, provocó los lamentos del público al verse interrumpida.

Gracias que el artista no, el artistazo, pareció no importarle y nuevamente creó con su piano una atmósfera de completa complicidad entre él y sus seguidores, feligreses o no.

El homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre, en el año jubilar por el 400 aniversario del hallazgo de su imagen, trajo hasta la Basílica erigida a ella, el talento del tenor Darío Balzanelli.

Este discípulo del tenor Luciano Pavarotti, dijo que esta gala coincidió con el quinto aniversario de la muerte de su maestro, y que durante la interpretación de del Ave María de Bach-Gounud, sintió su mentor en el escenario, a su lado.

Así lo percibieron todos.

Un Tiburón Morales grande en la interpretación y la improvisación, demostrando por qué el Son fue declarado justo en Santiago de Cuba como patrimonio cultural de la nación.

Ernesto Camacho y su grupo Pasaporte, demostrando ser digo baluarte de la impronta sonera que caracteriza a la urbe oriental

Las faltas de ortografía en las infografías, baches innecesarios y una mala concepción artística, fueron los detalles que apalearon y mal lograron una excelente idea.

Detrás de una acostumbrada magistral declamación de Luis Carbonell, no se coloca el quehacer de dos jóvenes actores de la ciudad, quienes empiezan bien, pero rayaron en lo estridente más que en lo emotivo.

Dice un viejo zorro del periodismo santiaguero, que no se coloca en un escenario juntos, un amateur con un profesional…, discrepo, pero por esta vez, tuvo la razón.

Adalberto Álvarez, con perdón del maestro a quien admiro y respeto, pero que mejor no hubiese cantado. Interpretó junto a Yaima Sáez (espléndida esta morenísima camagüeyana en su actuación) y Frank Fernández el tema Madrecita. Lo que inicialmente fue una segunda voz, derivó en una tercera, cuarta, quinta, sexta… voz.

Lo que pudo ser una gala de lujo, estrellas habían y muchas, derivó en una noche con sabor amargo de la decepción, una lástima, en el año jubilar por el 400 aniversario del hallazgo de la Virgen Mambisa de los cubanos.

Espero ella no se moleste.

(en foto) Serenata Morena a la Virgen de la Caridad del Cobre

Concierto por el aniversario 400 de la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba

Declaran al Son patrimonio cultural de la nación cubana (+video)

El Son, declarado como Patrimonio Cultural de la Nación Cubana en la gala inaugural del Festival Matamoroson

La declaración del Son como patrimonio cultural de la nación cubana, fue la gran sorpresa de la gala inaugural del Festival Matamoroson 2012, realizada en la noche del miércoles en esta ciudad.

El cantante y director de orquesta Adalberto Álvarez, declaró a la prensa que fue un lindo regalo recibir la noticia en el marco del evento, y un homenaje a los grandes cultores del género como Félix Chapotín, Arsenio Rodríguez, Miguel Matamoros, Benny Moré, Electo Rosell (Chepín) entre otros artistas.

Orlando Vistel, presidente del Instituto Nacional de la Música, dijo que este género, que sintetiza la transformación y cristalización de la identidad cubana, se sitúa al mismo nivel de otras expresiones como la Rumba y el Repentismo, que ya ostentaban el reconocimiento.

En la primera noche del Festival Matamoroson, que concluye el próximo domingo, el Septeto Turquino, conjunto defensor de la música tradicional santiaguera, fue homenajeado por los 30 años de creado.

Con una larga ovación, el público asistente al teatro Heredia recibió al declamador Luis Carbonell, quien se ratificó como el Acuarelista de la Poesía Antillana al regalar una memorable interpretación que incluyó el texto Son Número Seis, del Poeta Nacional Nicolás Guillén, y un dúo con la cantante Yaima Sáez.

La velada cerró con la actuación de Adalberto Álvarez y su grupo, quien cantó temas muy populares de su repertorio y canciones como “La Lengua”, “Los Caminos de Ifá” y “Agua fría, agua caliente”, incluidos en su nuevo fonograma “Respeto pa los mayores”, aún en producción.

En la mañana de hoy está prevista una conferencia de prensa con el maestro Frank Fernández, quien ofrecerá detalles de la Serenata Morena a la Virgen de la Caridad del Cobre, que se realizará en la noche en la Basílica de la Patrona de Cuba.

Posteriormente, como parte del coloquio teórico de la cita cultural, en el Salón Titón el musicólogo Danilo Orozco disertará sobre el Son en Santiago de Cuba y su trascendencia en la cultura cubana.