Santiago en mí

Archivo para el día “febrero 16, 2013”

(en video) Restauran documentos con más de 400 años de antiguedad

Páginas abiertas en Santiago de Cuba

Desde el pasado enero, cada mes le nacerá un nuevo libro a Santiago de Cuba. Un libro excepcional, en el que hacen simbiosis la música, el cine, las artes plásticas y, por supuesto, la literatura. Por tanto, un libro para disfrutar con todos los sentidos. Un libro de autoría múltiple, pero de la mano de un compilador excepcional: Reynaldo Cedeño.

Y es que el destacado periodista y escritor santiaguero, una vez más apuesta por la promoción literaria, y convoca a los amantes de las artes y la literatura a reunirse cada último viernes de mes, en el Centro Cultural y de Información- Biblioteca Monseñor Pedro Maurice Estiú, de la catedral santiaguera, a esta “Página Abierta”.

Este 15 de febrero (de forma excepcional ante los compromisos de Cedeño con la Feria del Libro), se celebró su segunda edición, amenizada por la música del cuarteto de cámara Arkos, y las páginas habituales, entre las que destaco “El Panel de la Sabiduría”, momento que, más allá de lo lúdico, apuesta por el conocimiento sobre la literatura y la intertextualidad con otras artes y medios.

Dedicada en esta oportunidad a santiagueros ilustres, Página Abierta también dedicó un acápite a la “Palabra de poeta”, en esta ocasión con los versos de Jesús García Clavijo; así como a “El libro que vendrá”, con un adelanto de un texto en preparación, dedicado al eminente historiador santiaguero Francisco Ibarra Martínez (1905-1977).

La invitación está hecha, cada último viernes de mes, a la lectura de otro libro especial, nacido del ímpetu creativo de Reynaldo Cedeño.

Más información en http://laislaylaespina.blogspot.com

Desempolvando a Ñico Saquito

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Benito Antonio Fernández Ortiz, el hombre, el santiaguero jodedor, enamorado, y hasta mujeriego; otra vez, el hombre. A él y no al mito de Ñico Saquito, se dedicó la más reciente edición del espacio cultural “Desempolvando”, que cada tercer viernes de mes acoge el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba (AHPSC).

A este santiaguero que en una entrevista concedida muchos años atrás, ocultaba su verdadera fecha de nacimiento, aparentemente, por el simple hecho de bromear; y decía haber nacido un 17 de enero de 1902, cuando luego toda la documentación que se conserva en el AHPSC, indica claramente su nacimiento el 13 de febrero de 1901, en la casa marcada por el número 18, en la calle Santa Rosa, Santiago de Cuba.

Este hombre, de oficios múltiples y convicciones inamovibles, era un gestor de anécdotas simpáticas, que todavía hoy anuncia sonrisas en boca de sus nietos, invitados especiales a esta tarde del 15 de febrero.

Entonces, por el patio del Archivo, desfiló un hombre antes de convertirse en mito, ese que “rompió sillones” tras la joven Carmen, antes de desposarla; el que desde joven se integró a la lucha de los movimientos sociales; el de los múltiples oficios, frutos de la necesidad; el adolescente de apenas 13 años que ya tenía sus primeras composiciones, y las estrenaba en las comparsas de su barrio Tivolí.

Pero, cómo si no, también se conoció más sobre el músico, autor de más de 500 composiciones, de las cuales, sin embargo y lamentablemente, solo unas pocas permanecen en la memoria popular.

De su actividad revolucionaria en Cuba y en el exterior, también dejaron constancia mucha de la documentación que, gracias a la donación realizada por la familia al AHPSC, se conservan como fondo documental de esta institución. En ellas queda plasmada para la historia, el pensamiento revolucionario de un hombre que dijo, en carta fecha en 1961, “cada cual hace su Revolución a su manera (…) yo la hago con la letra y con la música (…)”.

Asimismo su obra se hizo presente, gracias a la actuación del Dúo Cohíba, quienes interpretaron la mundialmente famosa “Cuidadito, compay gallo” y la menos conocida “Yeyereyé”.

El acápite musical de la tarde lo completaba la magistral actuación del Coro Madrigalista, con las muy cubanísimas obras “Juramento”, “Chan chán” y “Suavecito”.

Una tarde musical, cubana, santiaguera. De otra forma no podía ser si convocaba Ñico Saquito, desde el recuerdo, desde la emotiva presencia de la mascarilla mortuoria que, cortesía del Museo Emilio Bacardí, se mostró durante toda la Peña, en una esquina del patio interior del AHPSC; desde la anécdota familiar.

Una tarde solo empañada por la falta de un sistema de audio que impusiera las voces de los invitados y especialistas, por sobre el ruido de la cercana calle Aguilera. Una ligera mancha que, sin ser demasiado exigentes, pudo pasar inadvertida.

De esta forma el espacio “Desempolvando” dejó todo listo para celebrar, el próximo mes de marzo, su segundo aniversario; momento no solo de festejo, sino, creo que se impone, de recuento y superación.

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