Santiago en mí

Cayo Granma: perenne bedel de las tradiciones santiagueras

Cayo Granma, justo en la entrada de la Bahía de Santiago de Cuba

Cayo Granma, justo en la entrada de la Bahía de Santiago de Cuba

Como un chispazo de tierra robado al mar, en un área de unos dos metros cuadrados, se erige Cayo Granma como perenne guardián de la entrada a la bahía de Santiago de Cuba.

Costumbres arraigadas en la cotidianidad de sus pocos habitantes hacen del verano una opción para la recreación y sano esparcimiento, espacios donde se muestran los platos típicos de la zona elaborados a partir de pescados y mariscos, como el té o caldo de jaiba y las frituras de manjúas.

En este escenario también se exhibe la artesanía de los moradores, construcción de embarcaciones y redes para atrapar peces, trabajos con fibras naturales, entre otros, expresión de la cultura popular atada a la principal actividad económica de ese encantador lugar, que parece nacer con cada puesta del sol.

Según Mariano Mustelier, promotor cultural de la localidad, se trabaja con la población de todas las edades en la preservación de tradiciones como la pesca, principalmente de la jaiba, crustáceo al que se dedica anualmente una de las fiestas populares más gustadas del lugar.

Durante el festival se premia al niño que encuentre el ejemplar vivo más pequeño, el que es devuelto posteriormente al mar como muestra de respeto y amor a la fauna local; también es reconocido el adulto que capture el cangrejo más grande, hallado siempre en el fondo marino.

Otra jornada especial ocurre una vez al año, justo cuando el muelle del consejo popular de Ciudamar es testigo de éxodos masivos motivados por la tradicional visita a la Ermita de San Rafael, cada 24 de octubre, día del patrono de los enfermos y viajeros.

Durante la fecha, que tuvo sus inicios en la época de la colonia, esas fiestas dedicadas al santo eran jolgorios que duraban más de una semana, y al cual asistían agrupaciones musicales de todo el país.

En Cayo Granma se funden la historia y la cultura, un ejemplo de la riqueza popular que atesora un pedacito del oriente de Cuba.

Navegación en la entrada única

Deja un comentario