Desempolvando a Pini, a sus 40 años…
Aclaro, de vida artística. Sí, porque José Pascual Varona, más conocido como Pini, hace mucho dejó los cuarenta detrás.
Conductor y director artístico del espacio histórico-cultural “Desempolvando”, que cada tercer viernes de mes tiene lugar en el patio del Archivo Histórico Provincial; Pini cumple ya dos décadas de trabajo sobre las tablas (entiéndase esto como un facilismo; pues a veces también sobre el pavimento; los mosaicos, en fin).
Como si estuviera signado por la providencia, nació un 27 de marzo, justo dos años después de que se decidiera celebrar en esta fecha, el Día Mundial del Teatro. Con esa estrella, no podía dedicarse a otra cosa que no fuera actuar.
Y en eso mucha “culpa” tuvo, Josefina Jardines, maestra de primaria a quien Pini debe sus primeros pasos en la actuación, aun cuando el proscenio no fuera más que el patio de una escuela. Emocionada, Josefina recibió el agasajo de su alumno. Todos nos pusimos de pie, ante la grandeza del magisterio, hecho persona.
Contrario a lo que se pudiera pensar, la más reciente edición de “Desempolvando”, no fue, como se dice, un autobombo por parte de Pini. Puedo dar fe de ello pues me invitó a actuar como entrevistador.
Yo, que apenas comienzo a caminar en la tercera década de mi vida, poco conocía de la trayectoria artística de Pini, más que la última parte, ese hijo que también encuentra en Desempolvando. Sin embargo, recorrer junto a Pini sus cuarenta años (no de vida, recuerdo), es hacerlo por buena parte del acontecer cultural santiaguero.
El teatro de aficionados; los Festivales de teatro; las noches culturales de la Calle Heredia; teatrova; la creación del Fondo Cubano de Bienes Culturales y sus espectáculos en el Balcón de Velázquez, Calibán Teatro y mucho, mucho más que ha marcado la impronta cultural de Santiago de Cuba; han tenido el toque de José Pascual Varona.
En cada caso, Pini homenajeó humildemente a quienes compartieron con él esos instante, habló de cuánto le aportó como profesional, y no dejó de sorprender con algunos flashazos de obras en las que se vio involucrado; como una muy simpática representación de una novia; de la cual, lamento ahora mismo no tener constancia gráfica, a pesar de tantas fotos que necesariamente se tomaron.
Tarde de homenajes en “Desempolvando”, ese espacio que se ha asentado entre las peñas que hoy florecen en la ciudad. Gracias, no solo a la labor de un hombre que, como en familia, quiso compartir con amigos su “cumpleaños”, sino también de un colectivo laboral, el del Archivo Histórico, al cual le fue reconocido su quehacer con la entrega del Reconocimiento al Mérito Laboral, por parte del Sindicato Provincial de la Ciencia.
Felicidades a todos.
Felicidades Pini, y que vengan muchos más.